Paseando por el camino alegremente,
encontré un lugar, tan apartado y bello,
que sera para vivir allí mi vida
recordando el amor que a ti tengo.
Se que un día, tal vez te alejaras,
porque tu perteneces a otras tierras.
Yo a estas, estoy tan enlazadas,
que no puede dejar, aunque quisiera.
El amor que te tengo es tan sagrado,
que no habrá distancias que separe,
aunque a un mundo distinto tu te fueras,
te seguiría amando sin cansarme.
Te amo con cariño limpio y puro
como el blanco color de la azucena,
que no toco ni un dedo de tu mano,
por si acaso mi mano, deja huella.
Este amor, no vulgar y no corriente
el destino luchara por apartarlo,
mas siempre vivirás en mi memoria,
que guardara tu amor, como un sagrario.
Entonces marchare al bello lugar,
que encontré por azar yo, paseando
allí sola, podre siempre pensar.
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