Mi corazón va muriendo
si mis ojos no te ven,
mis labios dicen tu nombre
mientras mueren de sed,
caen mis manos inertes
sin poderte acariciar,
y se marchitan mis flores
al no poderlas dar.
Ven, mi bien, no te demores,
da vida a mi corazón,
trae nueva luz a mis ojos,
y a mis labios de tu boca,
no les niegues tu caudal.
Deseo sentir tu anhelo,
por tener lo que aun queda
de florido en mi rosal,
y mis manos cual palomas
deseosas de volar,
lleguen hasta ti, mi vida
pudiéndote acariciar.
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