sábado, 21 de marzo de 2009

EL PERFUME DE ESE SUEÑO

Viniste en la noche

sin que yo te llamara,

encontré que existías

y que yo te esperaba.

Abriéndote la puerta

te dejé que entrases....

Un perfume y un sueño,

dejaste en mi estancia.

Yo quise retenerte,

extendiéndote mis brazos,

pero ya estaban llenos,

de racimos sagrados.

Sigilosamente,

te fuiste alejando

dejando atrás la vida,

con silencioso paso.

Yo vi la tierra oscura,

la primera helada,

como flor entreabierta,

creciendo solitaria.

Pero tu sombra urgida,

de vestidura blanca,

se alejó de mi vida,

besándonos el alma.

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