Al mirar a la tierra amanecida,
entre el fluir vegetal de los aromas,
los senderos, los montes y las lomas
dulcemente resurgen a la vida.
De las cúpulas altas suspendida,
grandes besos de luz, del aire tomas.
! Has nacido ya el día donde asomas
y de la vida y amor, te deja hechida.
! Habla de la vida! me alza, me retiene
y su clara presencia me asegura,
la amable maravilla que contiene.
Mordiendo al belleza que se obtiene,
la voz de su maitin es mi atadura,
que irisa el arreblol que se sostiene.
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