miércoles, 13 de mayo de 2009

LA FLOR QUE YO GUARDÓ

Tus manos amorosas me brindaron

una flor, que yo en mi corazón guardé,

pero igual que la rosa, tu querer,

perdió su lozanía y se marchitaron.

Las promesas de amor son como el viento

que arrasa lo que hay por donde va,

y un cariño que puede perdurar,

sus promesas olvida en poco tiempo.

Y así, como la flor de primavera,

tu amor ya solo existe en mi recuerdo;

mas no podré olvidar la flor primera.

Ni tu cariño, que quedó en un sueño,

y es que un amor de juventud se pierde

como estrella fugaz, nunca es eterno.

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