La noche sigilosa se ha cerrado.
conquistando la hora sugestiva,
de la más negra sombra se derriba
el caballo sin bridas desbocado.
Un fuego luminoso y encerrado,
resplandece en mi frente pensativa
y en la recia tiniebla sube arriba
en libertad radiante y erizado.
En esta mística busca pionera
vive, viendo el amor de aquel distrito
con la pena de vida traicionera.
Remansada en la paz del infinito.
Aquel amor..... Me deja que lo quiera,
lo que surge del sueño, no es delito.
Poema del día: "Quién puede juzgar...", de Ana Donțu (Moldavia, 1985)
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quién puede juzgar
quién puede hablar
sobre la mujer que se detiene en la puerta
con sus palmas en las mejillas
ha habido alguien aquí
aquí está el sombrer...
Hace 2 horas
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